Balaenoptera (en construcción)
Tortugas marinas (Lepidochelys olivacea)

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Distribución temporal de tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) con deformidades y mutilaciones, durante el fenómeno llamado arribazón, en la playa La Escobilla, Oaxaca, temporada reproductiva 2001-2002.





RESUMEN



En el presente trabajo se realizó un estudio referente a la incidencia de hembras anidadoras de tortuga golfina (Lepidochelys olivacea), con malformaciones y mutilaciones durante el fenómeno llamado arribazón; lo que motivó la realización de esta investigación, es la falta de estudios al respecto. Los objetivos particulares fueron los siguientes; determinar la incidencia de individuos con limitaciones físicas entre las hembras que anidan durante la temporada, conocer la distribución temporal (por día) durante el fenómeno de la arribazon de las hembras con limitaciones físicas, describir las características y el posible origen de las deformidades y mutilaciones en las funciones de las hembras afectadas con el fin de explicar como estas afectan la anidación de la especie.



El trabajo de campo se realizó durante los meses de agosto del 2001, a enero del 2002, en la playa de La Escobilla, en el Estado de Oaxaca. La extensión de la playa es de 15 Km, de los cuales 7.3 representan la zona de estudio. Durante la arribada se recorrió la playa en el lugar donde se presentó el fenómeno, se hicieron conteos de los organismos (n=7790), revisando las extremidades, cabeza, cola, carapacho e interrumpiendo esta cuenta, cuando se encontraba un individuo con las características buscadas. Posteriormente, los datos fueron registrados en hojas de campo en donde se tomaron, además, otras características del organismo. Al realizar el análisis se observó que cuando las tortugas presentaban daños en las aletas posteriores, esto les impedía excavar el nido.



Con respecto a la ubicación de las lesiones, se encontró como principal ubicación del daño a la aleta posterior derecha, seguida por el carapacho, lo que probablemente pudo ser ocasionado por la forma de ataque de los depredadores, dado que la lesión más frecuente fue por mordida. Al tomar en cuenta el comportamiento de la arribada, las tortugas pequeñas salieron el ultimo día y durante el periodo ínter- arribada; esto sucede de manera similar que con los organismos con deficiencias físicas según lo descrito anteriormente por otros investigadores. Esto indica que las hembras que desovan durante las arribazones son aquéllas más grandes y en mejores condiciones físicas.


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INTRODUCCIÓN



El presente estudio se refiere a la incidencia de hembras de la tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) con malformaciones y mutilaciones durante el fenómeno llamado arribazón que se presenta en la especie, en la playa La Escobilla, Oaxaca, temporada reproductiva 2001-2002. Se analizó la variación temporal de la incidencia de hembras que presentan daños a lo largo de la temporada y se evaluó su posible impacto sobre las funciones de la tortuga, enfatizando las referentes al proceso de anidación.

Las tortugas, aparecieron en la tierra a principios del Triásico (hace 230 millones de años). Las primeras tortugas fueron terrestres y dulceacuícolas invadiendo finalmente el medio marino, adquiriendo ciertas modificaciones como son la transformación de patas a aletas, reducción de uñas y la reducción del caparazón, logrando una forma más hidrodinámica (Sandoval, 1993).

Las modificaciones anatómicas desarrolladas permitieron a las tortugas adaptarse al medio marino, hasta pasar prácticamente toda su vida en el mar. Sin embargo, por ser reptiles, conservan un vínculo con el medio terrestre a través de la incubación de los huevos, razón por la cual las hembras acuden a las playas para desovar. Durante el periodo de incubación los embriones son altamente vulnerables puesto que son enterrados y dejados por la madre sin ofrecerles ningún tipo de atención o cuidado; asimismo, mientras se encuentran en la playa las hembras son susceptibles al ataque de algunos depredadores terrestres.

De las ocho especies de tortugas marinas que existen en el mundo, siete llegan a anidar a nuestro país. De estas se puede observar que una, en particular, presenta el fenómeno de la arribazón, la tortuga golfina, Lepidochelys olivacea, la cual anida en la playa de La Escobilla en Oaxaca, siendo ésta una de las tres principales playas en el mundo, donde se da el fenómeno, durante el cual se pueden observar individuos, que presentan deformidades o mutilaciones, ocasionadas por diferentes circunstancias. Debido a que no existe suficiente información al respecto, el presente trabajo pretende ser punto de partida para explicar cómo se da la distribución temporal de hembras anidadoras con malformaciones o mutilaciones y su efecto al presentar estas características.


ANTECEDENTES

De la Rosa, (1998), realizó un estudio sobre los aspectos de anidación e incubación in situ de la tortuga Chelonia mydas. Donde se estima el numero de hembras anidadoras la frecuencia de anidación y la densidad de rastros (nidos, nidadas y regresos), también se tomaron aspectos de incubación entre los que tenemos el porcentaje de avivamiento, sobrevivencia, mortalidad, productividad, y de improductividad, además de los aspectos socioeconómicos de la zona mediante encuestas a las poblaciones,

Armenta, (2001), obtiene un total para 164 hembras anidadoras de la especie Dermochelys coriacea, con 112 hembras que desovaron, caracterizando la forma en que anidan con respecto a la carátula del reloj y se habla sobre la duración de los periodos de ínter anidación y sobre el pico en arribadas en relación con la fase de la luna, además de tomar las características morfométricas de esta especie.

Velásquez, (1997), realizó un estudio morfológico y bromatológico de la estructura vitelina en diferentes etapas de desarrollo embrionario de la tortuga golfina Lepidochelys olivacea en el campamento El Verde municipio de Mazatlán Sinaloa, en donde se analiza el efecto de los nutrientes sobre el desarrollo de los embriones.

Teran, (2001), elaboró un trabajo sobre la relación talla-fecundidad en hembras anidadoras y sobrevivencia de crías de tortuga laúd (Dermochelys coriacea) en donde menciona que la sobrevivencia de crías en la playa de Barra de la Cruz es de 47% y la fecundidad de hembras es menor en relación con otras partes del mundo, pero igual que la reportada para el país.

Renan, (1997) presenta un informe sobre la población de hembras desovantes de Lepidochelys olivacea, durante la temporada 1995, en donde se menciona que la deformación más frecuente en las crías es la ausencia de ojos o el cuerpo encorvado; éste presenta la apariencia de un nacimiento prematuro (cit. in Márquez et. al., 1973).

Plotkin, (1991), habla sobre las arribadas en la Playa de Nancite en Costa Rica. Donde explica como se va desarrollando la arribazón. Menciona que las tortugas van saliendo gradualmente cerca del periodo de cuarto menguante y que de éstas se observó un número considerable nadando cerca de la costa en la zona de la rompiente, además de que el movimiento de las tortugas anidadoras sigue durante 2 o 3 días y que las tortugas que son observadas en la rompiente son las que emergerán después durante la arribada.

Laurent, et al. (2001), reportan que las condiciones de tortugas observadas a bordo de buques pesqueros usando 4 clases: saludables, dañadas pero saludables, en estado comatoso y muertas, en España e Italia y menciona el tipo de daños que se presentan en los organismos.

Barahona, R. S. (2001), presenta un trabajo en donde realizó la determinación de malformaciones fenotípicas presentes en neonatos y embriones de tortugas marinas de las especies Eretmochelys imbricata y Chelonia mydas, donde concluye que el estado de desarrollo con mayor número de casos de malformaciones fue el embrionario. Mientras que en aspectos fenotípicos se encontraron, la ciclópea, albinismo y macrognatia además de mencionar, que en donde se presenta la deformidad es en el plastrón o caparazón, no se puede afirmar que las malformaciones sean de tipo genético esto puede deberse a la posición del huevo dentro de la nidada.


MARCO TEÓRICO

Las tortugas marinas pertenecen a un antiguo grupo (clase) de animales vertebrados llamados reptiles. Las tortugas fósiles datan desde la era Triásica hace aproximadamente 150 millones de años (Carr, 1976), pertenecen a la subclase Anapsida, descienden del Orden Cotilosauria (Carr, 1952); sus ancestros se encuentran dentro del grupo de los Eunotosaurios del cual se originaron cuatro familias de tortugas. Actualmente se encuentran extintas: Toxochelyidae y Protostegidae. Las dos familias restantes están representadas por seis géneros y once especies (Benabib y Wilson, 1981).

A México ha tocado el privilegio de que en sus costas se presentan casi todas las especies de tortugas marinas que existen todavía en el mundo y últimamente se ha repetido con frecuencia, que las tortugas marinas contribuyen de forma importante a la biodiversidad de la fauna de vertebrados marinos, además se reconoce que, de las once especies que existen en el mundo, diez frecuentan nuestros litorales, nueve encuentran playas favorables para su reproducción, la tortuga perica o jabalina Caretta caretta gigas del Océano Pacífico visita nuestras playas pero no se reproduce en ellas. Asimismo podemos mencionar, otra especie, la tortuga kikila (Natator depressus) la cual no llega al país, debido a que es originaria de Australia (Tabla 1) (Márquez, 1996).

Todas las especies observadas en México están incluidas en el apéndice I de la Convención de Comercio Internacional para las Especies en Peligro o Fauna Salvaje que concierne a las especies en peligro que pueden ser afectadas por el comercio, (CITES, 1973).

Tabla 1: Distribución de las especies y subespecies reconocidas en la actualidad (Márquez,1990). Tomado de Márquez, 1996.



Género Especie Subespecies Nombre común Distribución

Caretta
caretta
caretta
cahuama
Golfo y Caribe

Caretta
caretta
Gigas
perica
Pacífico

Chelonia
mydas
----------
blanca
Golfo y Caribe

Chelonia
agassizii
----------
prieta
Pacífico

Eretmochelys
imbricata
imbricata
carey
Golfo y Caribe

Eretmochelys
imbricata
Bissa
carey
Pacífico

Lepidochelys
kempii
----------
lora
Golfo y Caribe

Lepidochelys
olivacea
----------
golfina
Pacífico

Dermochelys
coriacea
coriacea
laúd
Golfo y Caribe

Dermochelys
coriacea
schlegelii
tinglada
Pacífico

Natator
depressus
-----------
kikila
N de Australia




Se pueden diferenciar las tortugas marinas de las tortugas terrestres y dulceacuícolas por dos características evidentes:

a) En las tortugas terrestres, sus extremidades están dispuestas como patas, mientras que en, las marinas su disposición es de forma de aletas, para facilitar su desplazamiento en el medio acuático.

b) Las marinas no son capaces de retraer su cabeza y extremidades dentro de la concha ya que solo es posible una corta retracción del cuello en dirección vertical. Como todos los reptiles, las tortugas marinas son organismos poiquilotermos y presentan dimorfismo sexual, los machos se distinguen por caracteres secundarios como la presencia de una cola más larga; en el caso de las especies que presentan uñas, las del macho están más desarrolladas y en forma de garfio; las hembras presentan un carapacho más alto y con mayor volumen, lo que podría deberse a funciones reproductivas, ya que es en las hembras que deben desarrollar y sostener a cientos de huevos en su cuerpo. Durante el periodo de reproducción, las hembras de todas las especies deben regresar a tierra a intervalos regulares para anidar en playas arenosas. Su maduración sexual la alcanza entre los ocho y diez años de edad. Los huevos enterrados en la arena eclosionan después de un periodo de incubación relativamente largo (40-50 días), dando nacimiento a crías que brotan a la superficie de la playa y se dirigen rápidamente al mar (Márquez, 1996).

Al igual que las aves marinas, las tortugas han alcanzado una condición singular para extraer grandes cantidades de sal, presentan en cada ojo una glándula extrarrenal y osmorreguladora capaz de extraer una solución altamente concentrada de cloruro sódico que es hasta dos veces mayor que la concentración de sal en el agua de mar (Benabid y Wilson, 1981).


El proceso de anidación es un acto muy singular en todas las especies, se da generalmente durante la noche, excepto en la tortuga lora Lepidochelys kempii, que lo realiza durante el día. Comienza cuando la hembra sale del mar en busca de un sitio propicio para elaborar su nido; una vez que lo elige, con todas sus extremidades remueve la arena seca para evitar que ésta caiga sobre el nido que construirá; en seguida, con las aletas traseras, cava un hoyo de entre 40 y 90 cm. de profundidad (según la especie) al que da forma de cántaro, es decir con una cámara amplia en el fondo y una boca angosta. Posteriormente, comienza a dejar caer sus huevos uno tras otro, con breves pausas, una vez que ha terminado, los cubre con arena húmeda compactándola y disimulando su rastro al remover la mayor cantidad de arena que le es posible. Finalmente, emprende el retorno al mar. Este proceso tiene una duración variable, aunque la mayoría de las veces toma alrededor de una o dos horas. Los huevos son de cascarón suave, como una adaptación que les permite caer sin romperse al chocar unos con otros. Su diámetro oscila entre 3.5 y 6 cm (Anónimo, 1995).



Las tortugas marinas durante su ciclo de vida pasan por diferentes hábitats (figura 1). Siendo la playa esencial para la anidación de esta especie. La hembra sale a desovar a la orilla de la playa, depositando una gran cantidad de huevos, los que al cabo de aproximadamente 2 meses eclosionan. Las crías se dirigen hacia el mar, donde inician su fase acuática. Durante su desarrollo, pasan por el estado juvenil, subadulto y adulto, habitando aguas ricas en alimento. Cuando están listas para reproducirse (entre 10 y 50 años después de su nacimiento) migran hacia los sitios de apareamiento. La cópula se observa principalmente cerca de la playa de anidación (aunque depende de la especie. Chacón et al., (2000).



En todas las fases se encuentran expuestas a gran cantidad de depredadores; aunque la fase más susceptible es durante la incubación, periodo en que son atacados por larvas de dípteros y escarabajos, cangrejos zorrillos y perros, entre otros. Una vez fuera del nido, las pequeñas tortugas son vulnerables a ataques de aves terrestres y/o marinas como buitres, gaviotas y fragatas entre otras, en el medio marino pueden ser atacadas por peces de diversos tamaños, dependiendo de la edad de la tortuga; incluso las tortugas adultas tienen como depredador natural al tiburón (Benabib y Wilson, 1981).


figura 1 : Ciclo de vida genérico de las tortugas marinas (cambia para algunas

especies), basado en Lutz y Musick (1996).

Tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) Eschscholtz, 1829


Esta especie fue encontrada por Eschscholtz, 1829, en el océano Indico, Pacífico y zona ecuatorial del Atlántico; también es conocida con los nombres de, lora, caguama, bastarda, frijolilla, carpintera, parlama, paslama, mulato, oliva, bestia, loba, pinta, amarilla y garapachi (Márquez,1996).



Taxonomía


Reino Animalia

Subreino Metazoa

Phylum Chordata

Subphylum Vertebrata

Superclase Tetrapoda

Clase Reptilia

Subclase Anapsida

Orden Testudinata

Suborden Cryptodira

Superfamilia Chelonia

Familia Chelonidae



Las tortugas de este género realizan una anidación sincronizada en masa llamada arribada, la cuál consiste en grandes grupos de hembras 100 o más que emergen al mismo tiempo para depositar sus huevos en una pequeña área de la playa (Cornelius 1985; Dash 1990; Pritchard, 1969). Anida a lo largo del litoral del Pacífico Mexicano en los estados de Baja California, Sonora, Nayarit, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas. El tipo de playa donde anidan es variable; aunque casi siempre es en playas tropicales con un ligero declive y con pocas o ninguna vegetación en la parte de la playa, donde la arena es de grano fino a mediano y usualmente están separadas del continente por lagunas costeras, siempre buscan lugares aislados y la formación de grandes arribazones, es posible que tenga significado adaptativo, aunque esto se podría poner en duda ya que cuando ocurre en playas de longitud restringida, existe una alta mortalidad de crías, huevos y embriones, pues las mismas hembras destruyen nidos cercanos o de las arribadas anteriores al excavar sus nidos. Esto se debe a que las arribadas ocurren en periodos mensuales, mientras que el periodo de incubación de huevos excede de los 30 días (Márquez, 1990).



Esta especie posee un carapacho casi circular, su anchura ocupa cerca de 90% de su longitud, con márgenes ligeramente levantados. Su cabeza es mediana y subtriangular, el carapacho ocupa alrededor del 22.4% de longitud, con dos pares de escamas prefrontales y pico corneo no aserrado, pero con un reborde alveolar. El carapacho tiene más de 15 escudos mayores: cinco dorsales y cinco pares laterales, el par lateral anterior con contacto con el escudo pre-central. Puentes de plastrón con cuatro escudos inframarginales, cada uno con un poro muy conspicuo. Una o dos uñas en el borde anterior de cada aleta. (Márquez, 1990); (Anexo 2), (Eckert, et al., 2000).



Al igual que en las otras especies de tortugas marinas, los machos son diferentes de las hembras por su cola más larga y las uñas más desarrolladas y arqueadas. El color del dorso (inclusive cabeza y aletas) gris-oliváceo o amarillento, generalmente son susceptibles a alojar epibiontes; región ventral crema a gris-verdoso clara, con manchas oscuras en los extremos de las aletas; flancos de cuello a veces ligeramente amarillento o rosáceos (Márquez et al., 1976). En cada aleta anterior tienen una uña, que en los machos se encuentra más desarrollada y en forma de garfio que la utilizan para sujetar a la hembra durante el apareamiento. Por la forma y tamaño de sus aletas, al salir a la playa o desovar dejan una huella muy superficial, con un ancho típico de 80 cm y marcas diagonales alternas (asimétricas) hechas con la aleta anterior (Figura 1) (Márquez, 1990).
figura 1. TORTUGA GOLFINA (Lepidochelys olivacea) macho, (Eschscholtz, 1829). Tomado de (Márquez, 1996).


Sus huevos tienen un diámetro promedio de 39.7 mm (N=1 114) y un peso de 34.2 g (N=1 114). Los nidos varían de 54 a 189 huevos y una media de 110.6 (N=65 882). Crías: longitud media del carapacho de 43.5 mm (N=370) y un peso de 16.2g (N=534). Adultos: longitud del carapacho (en línea recta) de 51a 78cm, promedio de 67.6 cm (N=844). Peso de 33 a 52 kg, promedio de 38.1 kg (N=139). (Márquez 1996).



La tortuga golfina es considerada como la más abundante de todas las tortugas del mundo (Limpus, 1995), debido a su distribución circunglobal y al hecho de que esta especie anida en mayores números con respecto a otras especies de tortugas marinas.


Se alimentan de organismos como langostillas, huevos de peces e incluso colonias de cordados, así como de crustáceos, moluscos, peces y salpas (Barragán et al., 1992).



Es muy común encontrar en las playas de anidación o en la captura comercial, tortugas que presentan defectos físicos de características tan particulares que hacen suponer que fueron causados por ataque de depredadores. Los daños más frecuentes son escotaduras semicirculares en el borde posterior del carapacho o la pérdida parcial de una aleta, generalmente la posterior.

En ocasiones se observan casos más drásticos, como la pérdida total de una aleta anterior o las dos posteriores o una posterior y parte del carapacho Ver (Figura 2), lo cual indica que el ataque lo efectuó algún animal de gran tamaño. Hendrickson, (1980); cit in. Márquez 1996, informa que en la disección de un tiburón tigre del género Galeocerdo y tiburones del género Carcharinus., se encontraron fragmentos óseos y córneos; pequeñas tortugas y porciones de tortugas de mayor tamaño. Lowe et al. (1996), reportan que en el contenido estomacal de 281 tiburones tigre que fueron examinados para conocer los hábitos alimenticios, durante programas de control en Hawai entre 1967, 1969 y durante 1976, se encontró la ocurrencia de elasmobranquios, tortugas, mamíferos terrestres y crustáceos.


figura 2. TORTUGA GOLFINA (Lepidochelys olivacea), con perdida de una aleta posterior

y parte del carapacho, fotografía tomada por el autor en La Escobilla, Oaxaca 2001.


Mendizábal, (cit. in. Márquez, 1996 ) del Instituto Nacional de la Pesca informa que en los muestreos de la captura comercial de tiburones, que realizan barcos palangreros en el Pacífico mexicano, se encontró en el contenido estomacal de dos ejemplares de tiburón tigre (Galeocerdo cuvier); porciones de tortuga golfina (Lepidochelys olivacea), principalmente aletas enteras, de juveniles y adultos; un registro fue obtenido frente a Barra de Chamela, Jalisco (mayo 11, 1993), y otro al suroeste de Salina Cruz, Oaxaca (junio 18, 1987), ambos a más de 100 brazas de profundidad (Márquez, 1996).


Durante las grandes arribazones de tortuga golfina (L. olivacea), se puede observar lo siguiente: las tortugas empiezan a salir por la tarde, ocurriendo el máximo durante la noche, a la mañana siguiente vuelve a disminuir su presencia siendo casi nula al medio día y durante la tarde nuevamente aumenta el número, llegando al máximo por la noche, al siguiente día disminuye notablemente y por la noche salen pocas tortugas; en su gran mayoría son animales dañados mutilados o con defectos hereditarios, principalmente parálisis en los miembros posteriores (Márquez, et al., 1976).


El origen de esta parálisis es completamente desconocido y las imposibilita para construir su nido, por lo que dichas tortugas sólo suben un corto trecho de playa y desovan en la superficie de la arena (figura 3). Sin embargo, esto no parece impedir que efectúen la migración junto con los organismos sanos, y sería conveniente efectuar la incubación controlada de dichos huevos para tratar de conocer si el problema es de carácter hereditario o se debe a una enfermedad adquirida en el transcurso de sus vidas. También podemos encontrar deficiencias causadas por traumas, siendo uno de los más interesantes la presencia de animales con las aletas posteriores menos desarrolladas, (Márquez,1996).

Figura 3. TORTUGA GOLFINA (Lepidochelys olivacea), con parálisis en las aletas

posterior, fotografía tomada por el autor en La Escobilla, Oaxaca 2001.

La información referente a tortugas con deformidades y mutilaciones que se ha encontrado es escasa por lo que se considera necesario, realizar más estudios al respecto.

Aspectos de Protección sobre las tortugas marinas

Las tortugas marinas han sido protegidas desde hace cuatro décadas por el Gobierno Mexicano (Anónimo, 1992; 2000), sobre este aspecto se cita lo siguiente:

1966-1967 se reitera la prohibición de recolección comercio y destrucción de huevos de tortugas marinas y la explotación de hembras.

1971 se establece la veda total, por dos años, para todas las especies

1972 adopción del régimen jurídico de reserva para la captura de tortugas marinas a sociedades cooperativas de producción pesquera ( incorporado a la ley federal para el fomento de la pesca).

1973 Acuerdo por el que se establece veda para las tortugas marinas del litoral del golfo de México y Mar Caribe.

1977 Declaración como reserva natural al campamento de Rancho Nuevo, Tamaulipas, para la protección de la tortuga lora.

1986 Decreto que determina como zonas de reserva para la conservación, repoblación, desarrollo y control a 17 playas de anidación de tortugas marinas, ratificando la de Rancho Nuevo.

1986 La Ley Federal de Pesca, reitera, las disposiciones relativas al régimen de reserva de la captura de esta especie a las sociedades cooperativas pesqueras y ratifica la prohibición sobre la destrucción de nidos, colecta, consumo y comercialización de huevos y la aplicación de vedas y sanciones.

1988 La Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, incluye medidas más estrictas para proteger el hábitat y las especies de tortugas marinas.

1990. Se promulga el decreto de veda total y permanente para las especies y subespecies de tortuga marina, sus productos y derivados en aguas de jurisdicción nacional.

1990. Se crea el Programa Nacional de Protección y Conservación de las Tortugas Marinas a cargo de la entonces SEDUE.

1991 Se inicia el Programa Nacional de Evaluación de la Captura Incidental de Tortugas Marinas y del Impacto Técnico y Económico del Uso de los Dispositivos Excluidores de Tortuga Marina (INP, Instituciones Académicas y Sectores Productivos).

1992 Adhesión de México a la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

1993. Se crea la Comisión Intersecretarial para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas.

1993. Se constituye el Comité Nacional para la Protección y Conservación de Tortugas Marinas integrado por representantes de los sectores productivo, académico y gubernamental.



1993. Se publican las Normas Oficiales Mexicanas de Emergencia 002-PESC-1993 y 008-PESC-1993, por las que se estableció el uso obligatorio de dispositivos excluidores de tortugas marinas en el Golfo de México y Mar Caribe.



1993 Se publica la Norma Oficial Mexicana NOM-002-PESC-1993, para ordenar el aprovechamiento de las especies de camarón en aguas de jurisdicción federal de los Estados Unidos Mexicanos, en la cual se establece el uso obligatorio de dispositivos excluidores de tortuga marina.



1994 Se publica la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-1994, por la que se determina las siete especies de tortuga marina en la categoría de: en peligro de extinción.



1995 Se publica el Acuerdo que establece la clasificación y codificación de mercancías cuya importación y exportación está sujeta a regulación por parte de la SEMARNAP



1996 Se publica la Norma Oficial Mexicana de Emergencia NOM-EM-001-PESC-1996, por la que se establece el uso obligatorio de dispositivos excluidores de tortugas marinas en las redes de arrastre durante las operaciones de pesca de camarón en el Océano Pacífico, incluyendo el Golfo de California.



1996. Adición del capítulo de delitos ambientales al código penal para el Distrito Federal en materia de fuero común, y para toda la República en materia de fuero federal.



1997 Modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-002-PESC-1993, en donde se ratifica el uso obligatorio de excluidores de tortuga marina en todas las redes de arrastre camaroneras y se autoriza el uso de excluidores de tipo rígido exclusivamente.



1997 Se publica el Programa de Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación Productiva en el Sector Rural 1997-2000, México. Es te documento contiene la estrategia de conservación y recuperación de especies prioritarias dentro de las cuales, se incluye a las tortugas marinas.

2000 Se crea la Ley General de Vida Silvestre.


ÁREA DE ESTUDIO

El campamento tortuguero La Escobilla está situado a la altura del kilómetro 179 de la carretera federal No 200, entre las poblaciones de Puerto Escondido y Pochutla. Se localiza a 15º43 latitud Norte y 96º45 longitud Oeste en las Costas del Pacífico del Estado de Oaxaca, Municipio de Santa María Tonameca, Distrito de Pochutla, Oaxaca (López y Aragón, 1994) (figura 4).



Esta playa tiene una extensión o longitud aproximadamente de 15 Kilómetros, y una anchura promedio de 20 m. La mayor densidad de anidaciones de la Tortuga golfina se presenta en un área de 7 u 8 Km, que limita al Oeste con la barra que se forma con el Río Cozoaltepec (15º43N y 96º44W), al Este con la Barra de Tilapa (15º43n y 96º42W) y hacia el continente se limita por pequeños esteros los cuales drenan al mar en épocas de lluvias y en las altas mareas (Casas-Andréu, 1978).



El perfil de la playa presenta ondulaciones y médanos de diferentes extensiones y alturas. La vegetación de esta zona crece paralela a la costa a varios metros de la orilla y está dominada por Ipomea pescaprae, que es una planta rastrera conocida como riñonina, y el pasto marino Distichilis spicata. Más allá de estos médanos se observan cactáceas del género Opuntia y en las zonas cercanas a los esteros Rizophora mangle, la vegetación inmediata corresponde a bosques espinosos. El bosque tropical caducifolio y el subcaducifolio son los tipos de vegetación mas frecuentes por detrás del médano (Rzedowski,1978). La zona arenosa de la playa está constituída por arena fina al tacto, mezclada con conchas o fragmentos de ellas y con guijarros que en algunas zonas llegan a ser abundantes (Calderón y González, 1981).



El régimen de mareas es de tipo semidiurno dos pleamares y dos bajamares en cada periodo de mareas (Casas-Andréu, 1978). Se reporta un clima regional cálido sub-húmedo de acuerdo con la clasificación de Köppen modificada por García (1973).



La temperatura media anual es superior a 28°C, siendo mayo el mes caluroso con 29°C y en enero el mes frío con 27°C, por lo que se considera isotermal dada la poca diferencia entre los valores de temperatura ya mencionados. Las lluvias de verano se presentan entre mayo y octubre siendo septiembre el mes en el que se presenta un mayor número de lluvias con un promedio de 338 mm. El mes más seco es abril, con una precipitación de 0.1 mm (Casas-Andréu, 1978).








Objetivo General



Evaluar la incidencia y distribución temporal de hembras de tortuga golfina con deformidades y mutilaciones que toman parte en el fenómeno de anidación masiva denominado arribazón, en la playa de La Escobilla, Oax. en la temporada reproductiva 2001-2002.


Objetivos particulares


· Determinar la incidencia de individuos con limitaciones físicas entre las hembras que anidan durante el fenómeno llamado arribazón.



· Conocer la distribución temporal (por día) durante el fenómeno de arribazón, de las hembras con limitaciones físicas.



· Describir las características y el posible origen de las deformidades y mutilaciones que presenten las hembras anidadoras.



· Evaluar el impacto de las deformidades y mutilaciones en las funciones de las hembras afectadas.













































MATERIAL Y MÉTODOS



El trabajo de campo se realizó durante los meses de agosto del 2001, a enero del 2002, en la playa de La Escobilla, en el Estado de Oaxaca; De los 15 Km que abarca la playa, 7.3 Km representan la zona de estudio. Cabe destacar que en esta temporada se registró el mayor número de hembras anidadoras, aproximadamente 1,160, 688 individuos, este número fue obtenido por estación y por conteos directos.



Esta zona se encuentra marcada por estacas cada 100 m, en el extremo poniente por la Barra de Cozoaltepec y en el extremo oriente por la Barra de Tilapa. Cada 100 m corresponden a una estación y dentro de cada una de éstas se marcaron 10 m perpendiculares a la zona de mareas, con el fin de realizar muestreos de hembras anidadoras y censos de crías dentro de ellos. Esta playa es muy amplia, con un área de vegetación y otra arenosa, con una pendiente ligera hacia el Océano que se pronuncia al aproximarse al mar. La playa está clasificada en tres zonas en las que las tortugas anidan durante y después de la arribazón:



q Zona A: Abarca desde la zona intermareal de flujo y reflujo (anterior a la zona de rompientes) hasta el límite superior de la marea alta.



q Zona B: Es el área comprendida entre el limite superior de la zona A hasta el inicio de la vegetación.



q Zona C: Abarca el área donde inicia la vegetación y se caracteriza por la presencia de dunas ( Peñaflores y Vasconcelos, 1995).



Para efectos de este trabajo se entendió como deformidades a aquellas que son ocasionadas por algún factor de tipo genético o ambiental (golpes); y mutilaciones a las que son causadas, por algún depredador, redes o embarcaciones (figura, 5).




figura 5, Tortuga golfina (L. olivacea), con una giba, tomada por (Salazar, 2001) en la playa de la Escobilla, Oax.

Durante la arribazón se recorrió la playa a lo largo de la zona donde se presentó el fenómeno, se hicieron conteos de los organismos n=(7790), revisando las extremidades, cabeza, cola, carapacho e interrumpiendo esta cuenta, cuando se encontraba un individuo con las características buscadas. Posteriormente, los datos fueron registrados en hojas de campo en donde se tomaron además otras características del organismo (Albavera, com. Pers., 2001), como las que se mencionan a continuación:



q Presencia de defecto o malformación.

q Causas indeterminadas de la malformación o limitación física.

q Posible causa del problema.

q Ubicación y magnitud de la deficiencia.

q Los valores asignados iban del cero al cuatro, según el efecto que pudieran tener sobre el organismo.



Los datos obtenidos fueron ordenados, en una hoja de campo (anexo 2). Para el análisis estadístico general de los resultados obtenidos en campo se realizó una matriz de datos, de 2 columnas, por 200 renglones. A partir de la cual se hicieron histogramas y graficas de caja, se realizaron análisis de cada una de las variables registradas; los datos fueron analizados en el programa estadístico STATISTICA versión 4.5.



















































RESULTADOS





CAUSA PROBABLE DE LAS LESIONES O MALFORMACIONES EN LOS ORGANISMOS








figura 6. En la gráfica anterior, se puede observar que la principal causa de deficiencias en las tortugas revisadas, es la afectación por mordida, seguido en importancia por golpes y parálisis y en menor medida por las lesiones causadas por motores, enfermedad y afectaciones por red-mordida. Puede pensarse entonces que el patrón anterior, de estos resultados correspondería a los factores como la lucha con algunos de sus depredadores, y quizás también al comportamiento de estos organismos en su hábitat natural. Hasta el momento no existen más datos que apoyen estas hipótesis.



















OBSERVACIONES POR DÍA DE TORTUGAS CON DEFICIENCIAS

















































figura 7. En la figura anterior, se puede ver que el número de observaciones, se mantiene relativamente constante durante los primeros tres días de muestreo. También se infiere que el clímax de la arribada se alcanzó durante el segundo día y sólo muestra un descenso apreciable en el cuarto día ya que en éste se encontró el menor número de organismos posiblemente porque la arribazón se encontraba en decremento, lo cuál concuerda con lo observado por Márquez, et al. (1976) y Plotkin, (1991).















Nº DE OBSERVACIONES RELACIONADO CON EL EFECTO SOBRE LOS ORGANISMOS








figura 8. La figura anterior muestra que el efecto principal que tuvieron las deficiencias fue sobre la anidación, ya que estas tortugas presentaban daños en las aletas posteriores, lo que les impedía excavar el nido, ocasionando que las tortugas regresaran al mar o desovaran en la playa.



En segundo lugar se presentó el efecto denominado como ninguno; contrastando esta característica obtenida en la gráfica con lo que se observó en campo, se puede decir que este rasgo no afectaba la anidación, la locomoción o el desove debido a que la mayor parte de los organismos que presentaban esta característica, tenían daños en el carapacho, (golpes y mordidas).



Por el contrario para los efectos de locomoción y desove se tiene a pocos organismos. Estos efectos también se relacionan con los aspectos de la anidación porque esto implica que el

organismo no podía desovar.



NÚMERO DE ORGANISMOS RELACIONADO CON LA UBICACIÓN DE LA DEFICIENCIA






figura 9. En esta gráfica se puede observar la ubicación de las lesiones, encontrándose en primer lugar a la aleta posterior derecha, seguido por el carapacho; lo que probablemente puede ser ocasionado por la forma de ataque de los depredadores, dado que la lesión más frecuente fue por mordida (Márquez, 1996). Se utilizaron claves para el manejo de los datos de ubicación de las lesiones, de las cuales puede observarse su significado en la tabla 2



Cabe destacar que durante la temporada de arribazon se pudieron observar lanchas de pescadores, buques camaroneros y atuneros provenientes principalmente de Puerto Escondido, quienes tienden líneas de pesca o palangres en las zonas de navegación de las tortugas, lo que puede explicar que en algunas ocasiones se encontraran organismos con línea de pesca enredada en las aletas posteriores, lo que también puede ser causa de amputación de las extremidades o muerte.









Tabla 2. Significado de las Claves Utilizadas para la Ubicación de las Lesiones



CLAVE
SIGNIFICADO



carapach


Carapacho



apd


Aleta posterior derecha



ca


Carapacho anterior



Ca, c2º y 3º


Carapacho 2º y 3º escudos



cyaad


Carapacho y aleta anterior derecha



cpyai


Carapacho posterior y aletas inferiores



c1ºcl


Carapacho 1er escudo hasta la cloaca



c corto


Carapacho corto



Cli 4º 6º


Carapacho lateral izquerdo y 4º y 6º escudos






NÚMERO DE OBSERVACIONES RELACIONADO CON LA MAGNITUD DEL DAÑO SOBRE LAS TORTUGAS




figura 10. La magnitud del daño se observa dentro de los rangos (0,1, 2, 3 y 4), estos valores

fueron asignados por la gravedad del daño, según la afectación que tuvieron sobre el organismo en su desplazamiento o comportamiento durante su estancia en la playa.



La columna de magnitud (1), según los datos obtenidos en campo, se refiere a tortugas donde les faltaba una aleta posterior principalmente, ocasionando un efecto sobre la anidación del organismo y en la columna 4 se observan los organismos afectados en la anidación-locomoción (Albavera com. pers., 2001). Para una mejor comprensión de los valores asignados ver la (tabla 3).



Tabla 3. Clasificación por Magnitud del Daño Observado en Tortugas Golfinas.

0
El organismo estaba dañado, pero tenía un comportamiento normal.

1
Cuando el animal subía a la playa pero tenia un desplazamiento irregular.

2
Cuando se observaba que le costaba más trabajo desplazarse.

3
Subía a la playa con mucha dificultad.

4
Apenas podía llegar a la rompiente y desovaba ahí mismo.




RELACION ENTRE LA LONGITUD DEL CARAPACHO Y EL DÍA DE MUESTREO






figura 11 . En el análisis anterior se puede observar que las tortugas del primer día tuvieron

una longitud mayor del carapacho, el cual fue disminuyendo con el paso de los días, se podría decir que existe una organización o una competencia entre los organismos más viejos o especializados y los organismos con menos experiencia (Márquez, 1996). En la figura se observa que esta diferencia es estadísticamente significativa con las tortugas del cuarto día, también se pueden observar datos aberrantes continuos, pero son casos aislados. Estos quizás pueden deberse a errores de muestreo entre cuyas causas se encuentra el no poderse tomar las mediciones, ya que las tortugas se encontraban en lugares inaccesibles. Sin embargo en el segundo y tercer día se puede ver una relación similar con los datos agrupados.





RELACION ENTRE ANCHURA DEL CARAPACHO Y DÍA DE MUESTREO








































figura 12. En el análisis anterior se observa que la anchura del carapacho va disminuyendo en relación con el día de observación, en conjunto con la gráfica anterior se infiere una posible competencia intra-específica en la que las tortugas más vigorosas anidan en primera instancia y las últimas en anidar son las tortugas más afectadas o pequeñas (Márquez,1996). Al igual que en el caso anterior se pueden observar datos aberrantes continuos pero aislados.



La época en que se realizaron las observaciones fue durante los meses de lluvia por lo que se podía observar un fuerte oleaje y crecida del río, lo que dificultó en algunas ocasiones las mediciones morfométricas de los organismos en estudio.



LONGITUD DE CARAPACHO CONFORME TRANSCURRIERON LOS DIAS DE OBSERVACION








figura 13. En la gráfica anterior, se observan tres grupos modales, los dos primeros poco frecuentes, siendo el más abundante el de mayor longitud. Es notable que hay un intervalo de tallas (74 a 97.5 cm) en el cual no se presentan casos. Esto puede explicarse por el comportamiento, de la arribazón, debido a que el primer día es cuando se realizó un mayor numero de observaciones. Si tomamos en cuenta el comportamiento de la arribada, las tortugas pequeñas salieron el ultimo día y durante el periodo ínter- arribada, esto sucede de manera similar con los organismos que presentan deficiencias físicas lo cuál es también descrito en investigaciones realizadas por Márquez, et al. (1976).



APARICION DE TORTUGAS CON DAÑOS EN RELACIÓN CON LOS DÍAS DE OBSERVACIÓN








figura 14. En estos resultados se observa que, aunque existen tortugas con mayor daño que aparecen en todos los días, la magnitud promedio del daño no es diferente en los tres primeros días, aumentando de manera estadísticamente significativa al cuarto día.



Lo que puede representar que en el cuarto día se observó un mayor número de organismos dañados. Lo anterior, probablemente por la competencia intra-especifica que ocurre entre los organismos, saliendo los primeros días los organismos sin o con menos daños y las tortugas de menor tamaño, esto también fue apreciado en las investigaciones realizadas por Márquez, et al. (1976).











NÚMERO DE CASOS DE TORTUGAS REVISADAS HASTA LA APARICIÓN DE UN DEFECTO






figura 15. El promedio de tortugas revisadas hasta la aparición de un defecto en los cuatro días de observaciones fue de 38.95 (n = 7790). En la primera columna se presenta el

promedio de organismos que se tenían que revisar hasta la aparición de un caso, el cual fue de 0 a 20 tortugas, y significa que es en este intervalo de frecuencia cuando se presentó el mayor número de afectaciones llegando a un numero de casos cercano a 120. Probablemente este patrón tiene que ver con el desarrollo de la arribada ya que estos datos corresponden a los días donde la misma estaba en su clímax.



En la sexta columna tenemos un número revisado de 160 a 480 tortugas, con un número de casos inferior a 20, estos datos corresponden al primer día de la arribada, en el cual casi no se observaban organismos dañados, esto es similar a lo observado por Márquez (1996), los datos utilizados para esta gráfica se encuentran ordenados en la (tabla 4).









Tabla 4: Promedio de tortugas revisadas con deficiencias y mutilaciones; la columna de frecuencia representa el número de tortugas que se revisaron hasta la aparición de un defecto estos valores están relacionados con la columna número de casos que representa, las deformidades y mutilaciones observadas.



Tortugas revisadas hasta la aparición de un caso


Nº de casos

0-20
109

40

19

15

11

6

20-40

40-60

60-100

100-160

160-480

Marca de clase
Frecuencia
Frecuencia X marca de clase

10
109
1090

30
40
1200

50
19
950

80
15
1200

130
11
1430

320
6
1920


200
7790

Promedio de tortugas revisadas 38.95

hasta aparición de
un defecto


























































Discusión



En la revisión de información para este trabajo, no se encontró información bibliográfica donde se describa los aspectos que se estudian (malformaciones y deficiencias en tortuga golfina), sólo se encontraron aspectos generales Frazier (1983) reporta que en un estudio se tomaron 5 características de las condiciones del cuerpo, donde se incluyen, irritaciones en el cuello, muescas y raspaduras del caparazón tanto dorsal anterior, como ventral posterior y coloración de caparazón, pero no registro otro tipo de afectaciones.



Márquez, et. al., 1976, menciona que ha encontrado una frecuencia de animales mutilados y los daños son desde muy ligeros hasta completamente mortales, Medina (com. pers. 2002) afirma que en Ensenada de Xpicob, Campeche, eventualmente se han observado algunas tortugas carey Eretmochelys imbricata con las aletas mas cortas, o con una leve malformación de la postura de las aletas; sin embargo no se ha llevado un registro cuantitativo. Por lo anterior no se pueden hacer comparaciones con otros estudios, ya que no hay investigaciones sobre el tema de referencia.



Silas et al. 1984, menciona que durante la temporada de anidación que ocurrió del mes de enero a febrero de 1984, en Gahirmatha, Orisaa, en la India, se observó a un gran número de animales anormales, inmediatamente después, de la anidación en masa. Y atribuye la naturaleza de estas anormalidades a causas ocurridas en las rutas de alimentación, depredación de nidos no humana ( depredadores naturales) y problemas ambientales.



Sobre estos aspectos, Laurent, et al. (2001), en el caso de España, alude que en organismos observados a bordo de buques, donde usa 4 puntos, para su clasificación; saludables, dañadas pero saludables, en estado comatoso y muertas, obtuvo un registro de 90.2% quelonios en buenas condiciones y 6.8% de tortugas dañadas externamente principalmente en el carapacho, las tortugas muertas representan el 2.6% de la muestra. En el mismo estudio pero en el caso de Italia menciona que los daños que se presentan son solo abrasiones superficiales y no se obtienen especimenes sanos como resultado de la gran duración del recorrido, menciona otro muestreo, donde no se obtuvieron organismos en estado comatoso, o muertas probablemente por lo corto del recorrido.



Con respecto al 1er objetivo de este estudio el cual fue Determinar la incidencia de individuos con limitaciones físicas entre las hembras que anidan durante el fenómeno llamado arribazón, se puede ver que el número de observaciones, se mantiene relativamente constante durante los primeros tres días de muestreo. También se infiere que el clímax de la arribada se alcanzó durante el segundo día de la misma y sólo muestra un descenso apreciable en el cuarto día ya que en éste se encontró el menor número de organismos posiblemente porque la arribazón se encontraba en decremento, lo cuál concuerda con lo observado por (Márquez, et al., 1976; Plotkin, 1991). En estos resultados se observa que, aunque existen tortugas con mayor daño que aparecen todos los días, la magnitud promedio del daño no es diferente en las tres primeros jornadas, aumentando de manera estadísticamente significativa al cuarto día.



Lo que explica que en el cuarto día se pudiera observar un mayor número de organismos dañados. Lo anterior, probablemente por la competencia intra-especifica que ocurre entre los organismos, saliendo los primeros días los organismos sin o con menos daños y las tortugas de menor tamaño, esto también fue apreciado en las investigaciones realizadas por Márquez, et. al. (1976).



El promedio de tortugas revisadas hasta la aparición de un defecto en los cuatro días de observaciones fue de 38.95 (n = 7790). la sexta columna de la (fig. 13) tenemos un número revisado de 160 a 480 tortugas, con un número de casos inferior a 20 estos datos corresponden al primer día de la arribada, en el cual casi no se observaban organismos dañados, lo contrario sucede en el cuarto día de la arribada cuando se observó un número mayor de organismos afectados sobrepasando los 100 animales y disminuyendo la frecuencia con que se encontraban, esto es similar a lo observado por Márquez (1996),



De acuerdo al 2º objetivo que fue Conocer la distribución temporal (por día) durante el fenómeno de arribazón, de las hembras con limitaciones físicas, el número de observaciones de organismos con deficiencias se mantiene relativamente constante durante los primeros tres días de muestreo. También se observa que el clímax de la arribada se alcanzó durante el segundo día de la misma y sólo se observa un descenso apreciable en el cuarto día ya que en éste se encontró el menor número de organismos posiblemente porque la arribazón se encontraba en decremento, lo cuál concuerda con lo descrito por (Márquez, et al., 1976; Plotkin, 1991).



La época en que se realizaron las observaciones, para este estudio, fue durante los meses de lluvia, por lo que se podía observar un fuerte oleaje y crecida del río, lo que dificultó en algunas ocasiones el registro de las características morfométricas; de los datos registrados y tomando en cuenta lo observado sobre el comportamiento de la arribada, podemos observar que las tortugas pequeñas salieron el ultimo día y durante el periodo ínter-arribada.



Este patrón se observa de manera similar con los organismos que presentan deficiencias físicas lo cuál en base a los resultados se puede observar que, aunque existen tortugas con mayor daño que aparecen todos los días, la magnitud promedio del daño no es diferente en los tres primeros días, y va aumentando de manera estadísticamente significativa al cuarto día. Lo que puede explicar, que sea en este día, cuando se observará, un mayor número de organismos dañados. Lo cuál es también descrito en investigaciones realizadas por Márquez et al. (op cit.). Esto quizá pueda deberse a la competencia intraespecifica que ocurre entre los organismos, saliendo los primeros días los organismos sin o con menos daños y al final las tortugas de menor tamaño Márquez et al.



Con relación a tercer objetivo Describir las características y el posible origen de las deformidades y mutilaciones que presenten las hembras anidadoras. Se observo un numero considerable de tortugas con malformaciones como carapacho encorvado, el cual para el este trabajo, se ha denominado giba y parálisis, deficiencias que puede ser de origen genético o de hábitos alimenticios deficientes en el primer caso o por traumatismos en el segundo. Se pudo observar la ubicación de las lesiones, encontrándose en primer lugar a la aleta posterior derecha, seguido por el carapacho; lo que probablemente puede ser ocasionado por la forma de ataque de los depredadores, (Márquez 1996) dado que la lesión más frecuente fue por mordida. También Márquez et al. (1976), encontraron que la deformación más frecuente en crías es la ausencia de ojos o el cuerpo encorvado; sin embargo mencionan que ambas deformidades son letales, por lo que sería necesario ahondar más en estos aspectos.



Este estudio describe de una forma más amplia las características de los organismos así como una distribución de estos durante la arribada, se puede observar que la principal causa de deficiencias en las tortugas revisadas, fue el daño por mordida, seguido en importancia por golpes y parálisis y en menor medida por las lesiones causadas por motores, enfermedad y afectaciones por red-mordida.



Puede pensarse entonces que el patrón, de estos resultados correspondería a los factores como la competencia ínter-específica o a la lucha con sus depredadores y quizás también al comportamiento de estos organismos en el hábitat natural; sobre el primer aspecto James, 1983; menciona que en septiembre del año de 1991 una tortuga Dermochelys coriacea fue observada con la aleta anterior derecha muy dañada, quizá durante un encuentro con un depredador. Horrocks, 1987 encontró en septiembre 18 de 1986 un juvenil de tortuga laúd Dermochelys coriacea fue encontrado en la costa este de la isla sin la aleta anterior derecha Johnson, (1989) encuentra en mayo de 1989 un juvenil en la playa de Humacao en la costa este en Puerto Rico sin tres cuartos de la aleta anterior izquierda y sugiere un ataque por tiburón.



Con respecto al cuarto objetivo el cuál fue evaluar el impacto de las deformidades y mutilaciones en las funciones de las hembras afectadas, el principal efecto que tienen las lesiones sobre el organismo, es el de la anidación, ya que las tortugas presentaban daños en las aletas posteriores, lo que les impedía excavar el nido, ocasionando que las tortugas regresaran al mar o desovaran en la playa. En segundo lugar se presentó el efecto marcado como ninguno; contrastando esta característica obtenida en la gráfica, en el presente estudio, se puede decir que este rasgo no afectaba la anidación, la locomoción o el desove debido a que la mayor parte de los organismos que presentaban esta característica, tenían daños en el carapacho (golpes y mordidas).



Durante la temporada de arribazon se pudieron observar lanchas de pescadores y buques camaroneros y atuneros provenientes principalmente de Puerto Escondido, quienes tienden líneas de pesca o palangres cerca de las zonas de anidación de las tortugas, lo que puede explicar que en algunas ocasiones se encontraran organismos con línea de pesca enredada en las aletas posteriores, anteriores y en la cabeza, o con anzuelos, lo que puede ser causa de amputación de las extremidades o muerte de los organismos. Durante la estancia fue posible ver una probable conexión entre el avistamiento de un navío o lancha y la posterior aparición de organismos muertos en la playa, destazados o sin causa aparente sobre esto se coincide con Laurent, et al., (2001), quienes mencionan, que las tortugas muertas representan el 2.6% en la pesquería.



Lo anterior también es reportado en un trabajo realizado por Goodman (1988), donde menciona que en los trabajos para la captura de camarón en aguas someras, del Pacifico Colombiano quedan atrapadas tortugas de las especies Lepidochelys olivacea y Chelonia mydas agassizii, donde algunos individuos mueren por el manejo de los aparejos o ahogadas y los organismos que están en estado comatoso o agotadas después son regresadas al mar sin importar el situación en la que se encuentren, pudiendo causar la muerte del organismo, o son destazadas ahí mismo con el fin de consumirlas localmente. Lo cual concuerda con el hallazgo en la playa de un organismo, al que se había destazado.



Asimismo podemos mencionar que todas las especies observadas en México están incluidas en el Apéndice I de la Convención de Comercio Internacional para las Especies en Peligro o Fauna Salvaje (CITES, 1973) que concierne a las especies en peligro que pueden ser afectadas por el comercio, donde se mencionan, las acciones emprendidas por el Gobierno Mexicano para la protección de las tortugas marinas y que son protegidas también por las leyes Mexicanas y donde su incumplimiento es causa de sanciones.



En 1990 el abatimiento de las poblaciones condujo a la adopción de una serie de medidas para asegurar con mayor vigor y efectividad, la protección, conservación y vigilancia de las tortugas marinas, por lo que se establece veda total y permanente para todas las especies y subespecies de tortuga marina en aguas de jurisdicción nacional de los litorales del Océano Pacífico, Golfo de México y Mar Caribe y se da la incorporación de las cooperativas tortugueras especialmente del Pacifico Sur, al aprovechamiento de otras pesquerías y actividades productivas económicamente viables; así mismo se instrumento un convenio de coordinación intersecretarial que permitiera llevar a cabo diversas acciones de protección, vigilancia, preservación e investigación de las tortugas marinas, Márquez (1993)



Conclusiones



Podemos mencionar que de los aspectos revisados en el presente trabajo desprende que este es un tema que no se ha tratado en ningún trabajo bibliográfico escrito anteriormente si bien se mencionan algunos casos, no se describe cómo se presentan, ni los efectos que pueden tener sobre los organismos. Muchos de los casos que se observaron corresponden a tortugas dañadas presuntamente por depredadores, pero también se puede dar el caso de que al llevar a cabo practicas de pesca irresponsables o al no aplicar la normatividad con respecto a la captura de otras especies, se de la pesca incidental causando daños a los quelonios (amputaciones) de las aletas o muerte de los organismos.



Se encontró un número considerable de tortugas con daños, sobre todo al final de la arribazón en varias ocasiones se encontraron animales con nylon para pescar y costales enredados en cuello y aletas donde en algunos casos, ya estaban cortando la circulación hacia las extremidades, ante lo cuál se procedió al corte de estos objetos para liberar al animal; a pesar de existir normas parece que estas no se cumplen, los primeros días de la arribada se podían observar buques de la Armada de México patrullando la zona pero después desaparecieron dando paso a los pescadores que si bien tienen la necesidad de pescar para sobrevivir se acercan demasiado a la zona de anidación. Causando además de estos problemas colisiones con estos organismos, como se pudo observar en tortugas con marcas de hélice en el carapacho.



Recomendaciones



Es necesario reforzar las medidas de protección de las playas de anidación para hacer efectiva la recuperación de las especies que anidan en nuestro país, si queremos seguir contando con este recurso, en un futuro cada vez más cercano. Recordemos que estas especies forman parte de la cultura de los pueblos ribereños y son necesarios para su sobrevivencia.



Aunque no todas las lesiones son causadas por el hombre es conveniente intensificar la campaña para la incorporación de los TED ( turtle excluder devices) por sus siglas en inglés, y modificar las formas en que se pesca, para evitar accidentes hacia los quelonios y perdida de las artes de pesca, muchas veces onerosas para los pescadores.



Se puede observar que en las arribazones de esta especie L. olivacea, se destruye una cantidad importante de huevos, por lo que sería necesario tomar como ejemplo al Ostional en Costa Rica que permite la cosecha de un cierto numero de huevos para consumo local e involucra a los pobladores con la conservación de este recurso, protegiendo los nidos y sembrando cierta cantidad de estos huevos en corrales.

































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ANEXOS

Anexos






ANEXO 1




















ANEXO 2



Identificación de Tortugas Marinas Disponibles para una Inspección en

Detalle (Eckert, et al., 2000)



Si se tiene acceso a la tortuga, ya sea por estar inmovilizada o varada (muerta) en la costa, para confirmar la identificación se recomienda usar la descripción más detallada de las páginas siguientes (Figuras 16-11). En ocasiones excepcionales, las tortugas quelonias de diferentes géneros pueden hibridizarse. En estos casos la progenie típicamente exhibe un morfotipo intermedio al de los padres.












Figura 16. Tortuga golfina (Lepidochelys olivacea). Carapacho: corto y ancho, pero más angosto y más alto que en L. kempii; alta proyección vertebral en los juveniles, liso, elevado y ligeramente tectiforme (en forma de tienda de campaña) en adultos (especialmente en el Pacífico oriental); cinco a nueve pares de escudos costales (comúnmente seis a ocho) frecuentemente con una configuración asimétrica; escudos del carapacho ligeramente traslapados en inmaduros y sin traslape en adultos; longitud recta del carapacho (LRC) hasta 72 cm. Cabeza: relativamente grande, ligeramenta triangular; ancho hasta 13 cm; dos pares de escamas prefrontales. Extremidades: dos uñas en cada aleta (algunos adultos pueden perder la uña secundaria en las aletas delanteras). Coloración: dorso gris en inmaduros; color verde olivo intermedio a obscuro en adultos; ventralmente blanca en inmaduros, amarillo crema en adultos. Plastrón: con poro pequeño y distintivo cerca del margen posterior de cada uno de los cuatro escudos inframarginales. Distribución: aguas tropicales del Pacífico, Índico y Atlántico del Sur. Peso: 35-50 kg.






Figura 17. Tortuga laúd (Dermochelys coriacea). Carapacho: alargado con siete quillas longitudinales sobresalientes en el dorso; ausencia de escudos; adultos con piel lisa, pero las crías cubiertas con pequeñas escamas en forma de cuentas; longitud recta del carapacho (LRC) hasta 180 cm (hasta 165 cm en el Pacífico oriental). Cabeza: triangular, ancho hasta 25 cm; dos cúspides maxilares conspicuas, cubierta con piel sin escamas en los adultos. Extremidades: aletas delanteras extremadamente largas; piel sin escamas en adultos; todas las aletas desprovistas de uñas. Coloración: predominantemente negra dorsalmente, con una gama variable en la abundancia de manchas blancas o más claras; las manchas pueden ser azulosas o rosadas en el cuello y base de las aletas; la pigmentación color clara predomina en el plastrón. Plastrón: relativamente pequeño, flexible (con muy poco material óseo). Distribución: todos los océanos, en regiones sub-árticas a tropicales. Peso: hembras adultas hasta 500 kg en Australia occidental, menos en el Pacífico oriental.






Figura 18. Tortuga verde (Chelonia mydas). Carapacho: oval, margen ocasionalmente festoneado pero no aserrado, sin escotadura a la altura de aletas traseras; cuatro pares de escudos costales; longitud recta del carapacho (LRC) hasta 120 cm. Cabeza: anteriormente redondeada; ancho hasta 15 cm; un par de escamas prefrontales; cuatro pares de escamas ostorbitales. Extremidades: una uña en cada aleta (raras veces dos en algunas crías). Coloración: negra en el dorso de las crías, transformándose en café con vetas radiales en inmaduros, muy variable en adultos (generalmente café, amarillo crema y otros colores tierra; liso, veteado o moteado); ventralmente blanca en crías, amarillenta en adultos. Distribución: todos los océanos tropicales y sub-tropicales. Peso: hasta 230 kg en el Océano Atlántico y Pacífico occidental, de menor peso en el Océano Indico, el Caribe.








Figura 19. Tortuga prieta (Chelonia sp.). Carapacho: forma acorazonada y con escotadura posterior en adultos; no aserrado; comúnmente tectiforme (en forma de tienda de campaña) y aplanado en el perfil anterior; cuatro pares de escudos costales; longitud recta del carapacho (LRC) hasta unos 90 cm. Cabeza: redondeada anteriormente; ancho hasta 13 cm; un par de escamas prefrontales, número más común de escamas postorbitales es cuatro, seguido por tres pares. Extremidades: aletas relativamente más largas que en otras poblaciones del complejo C. mydas; una uña en cada aleta. Coloración: dorsalmente negras en las crías, permaneciendo obscura durante todo el ciclo vital, aunque en adultos puede ser uniformemente negro arriba o con manchas negras u otras marcas sobre un fondo grisáceo; ventralmente blanca en crías pero en pocas semanas o meses se transforma a gris. Distribución: Océano Pacífico oriental. Peso: hasta unos 120 kg (70 kg en promedio).








Figura 20. Tortuga carey (Eretmochelys imbricata). Carapacho: oval, con un margen posterior marcadamente aserrado y con escudos gruesos y traslapados (imbricados) a excepción en crías y en algunos adultos; cuatro pares de escudos costales, cada uno con un borde posterior ligeramente rasgado; longitud recta del carapacho (LRC) hasta unos 90 cm. Cabeza: relativamente angosta; ancho hasta 12 cm; con un pico recto y parecido al de un ave; dos pares de escamas prefrontales. Extremidades: aletas delanteras son de longitud mediana en comparación con las de otras especies; dos uñas en cada aleta. Coloración: dorsalmente café (claro a obscuro) en crías, con frecuencia presenta una fuerte pigmentación con vetas color ámbar y café en juveniles y en adultos más jóvenes; ventralmente matices de amarillo pálido a blanco, algunas veces con manchas negras (particularmente en especímenes del Pacífico). Plastrón: cuatro pares de escudos inframarginiales. Distribución: todos los océanos, aguas tropicales. Peso: hasta unos 80 kg (60 kg en promedio).






Figura 21. Tortuga caguama (Caretta caretta). Carapacho: moderadamente ancho; ligeramente aserrado en el margen posterior de los inmaduros; área engrosada en el carapacho arriba de la base de la cola (sobre la quinta vertebral) en adultos y subadultos; cinco pares de escudos costales, con el primer par (extremo anterior) más pequeño; longitud recta del carapacho (LRC) hasta 105 cm en el Atlántico nororiental, menor en algunas otras áreas, los adultos más pequeños se localizan en el Mediterráneo (hasta unos 90 cm). Cabeza: grande y triangular; ancho hasta 28 cm; dos pares de escamas prefrontales. Extremidades: aletas delanteras relativamente cortas en comparación con las de otras especies; dos uñas en cada aleta. Coloración: dorsalmente café claro a obscuro en las crías, generalmente sin manchas y café rojizo en subadultos y adultos; superficie ventral café en crías, amarillo a naranja en adultos y subadultos. Plastrón: tres pares de escudos inframarginales. Distribución: todos los océanos, habitualmente en aguas templadas, algunas veces tropicales y sub-tropicales. Peso: hasta 180 kg en el Atlántico occidental y hasta unos 150 kg en Australia; menos de 100 kg en el Mediterráneo.






Figura 22. Tortuga lora (Lepidochelys kempii). Carapacho: relativamente corto y ancho, casi circular (más ancho que el de L. olivacea), márgen ligeramente aserrado; alta proyección vertebral en los juveniles, liso y baja en adultos; escudos del carapacho ligeramente traslapados en inmaduros y sin traslape en adultos; cinco pares de escudos costales; longitud recta del carapacho (LRC) hasta 72 cm. Cabeza: relativamente grande, ligeramente triangular con márgenes convexos; ancho hasta 13 cm; dos pares de escamas prefrontales. Extremidades: dos uñas en cada aleta (algunos adultos pueden perder la uña secundaria en las aletas delanteras). Coloración: dorso gris en inmaduras; verde olivo claro en adultos; ventralmente blanca en inmaduros, amarilla en adultos. Plastrón: con poro pequeño y distintivo cerca del margen posterior de cada uno de los cuatro escudos inframarginales. Distribución: Golfo de México, EUA oriental, ocasionalmente Europa occidental. Peso: 35-50 kg.



Guía Simplificada para Identificar Tortugas Adultas y Subadultas en el

Campo (Eckert, et al., 2000).



Esta clave está diseñada para identifcar tortugas adultas o subadultas observadas brevemente en la superficie del mar desde una embarcación o aeronave, o vistas por un buzo bajo el agua. Para facilitar este tipo de identificaciones, la Figura 23 ilustra siluetas dorsales de las diversas especies de tortugas marinas.



1. Carapacho flexible de textura coriacea, sin escudos, carapacho negro o moteado de blanco, extremo posterior afilado y con quillas longitudinales conspicuas; longitud de carapacho hasta unos 180 cm; en todos los océanos, templados o tropicales ......................................................................................................Dermochelys coriacea



1'. Carapacho rígido, redondeado o alargado pero sin agrupamiento en el extremo posterior; longitud de carapacho menos de 120 cm ....................................................................................................................................... ver 2



2. Carapacho ancho y casi circular; ancho de cabeza hasta unos 15 cm; coloración dorsal gris a verde olivo, liso; longitud máxima de carapacho hasta unos 70 cm ......................................................................................... ver 3



2'. Carapacho no tan ancho que lo haga casi circular; coloración variable; máxima longitud de carapacho hasta unos 120 cm ............................................................................................................................................... ver 4



3. Carapacho muy plano y ancho, coloración relativamente clara; juveniles gris, circulares en su contorno; máxima longitud de carapacho 72 cm; Golfo de México, EUA oriental, ocasionalmente Europa occidental ............... Lepidochelys kempii



3'. Carapacho relativamente empinado en sus costados, especialmente en el Pacífico oriental; típicamente color olivo obscuro; juveniles gris, circulares en su contorno (similar a L. kempii); máxima longitud de carapacho 72 cm; Océanos Pacífico, Índico y Sur Atlántico (Trinidad a Brasil; Africa occidental) ........ Lepidochelys olivacea



4. Cabeza muy grande (ancho hasta 28 cm en adultos); carapacho más ancho anteriormente, alargado y más estrecho posteriormente, con una "joroba" en el quinto escudo vertebral; color uniformemente café-rojizo, máxima longitud de carapacho 105 cm; normalmente aguas de todos los océanos, incluyendo Mediterráneo y costa Atlántico de EUA, ocasionalmente en los trópicos ....................................................................... Caretta caretta



4'. Cabeza no muy grande (ancho hasta 12-15 cm en adultos); carapacho sin ensanchamiento anterior y sin "joroba" en el quinto escudo vertebral; color variable, carapacho comúnmente con marcas conspicuas, típicamente con vetas café obscuras o negras, u olivo liso; mares tropicales ................................................................................. ver 5



5. Cabeza pequeña, redondeada anteriormente; carapacho acorazonado ....................................................... ver 6



5'. Cabeza muy angosta y adelgazada anteriormente, o mediana y aproximadamente triangular; carapacho relativamente angosto o ligeramente ovalado .. ............................................................................................. ver 7



6. Carapacho liso y ancho (ligera indentación a la altura de las extremidades posteriores), coloración variable pero normalmente con vetas radiantes o manchas en algunos adultos grandes; máxima longitud de carapacho 120 cm; trópicos y subtrópicos, todos los océanos ............... ................................................................... Chelonia mydas



6'. Carapacho típicamente contraído, con escotadura pronunciada a la altura de las extremidades posteriores; coloración casi negra, lisa o con manchas en forma radial o irregular; longitud de carapacho hasta 90 cm, normalmente menos; Pacífico oriental con algunos casos excepcionales más al oeste ............ Chelonia sp. (Tortuga prieta)



7. Cabeza angosta, afilada anteriormente con pico semejante al de un ave (ancho de cabeza hasta 12 cm); carapacho relativamente angosto y sin lados levantados, usualmente con manchas conspicuas, márgenes de los escudos muy pronunciados y traslapados, márgen posterior del carapacho fuertemente aserrado; longitud de carapacho hasta 90 cm; aguas tropicales, todos los océanos .......................................................................... Eretmochelys imbricata



7'. Cabeza de forma ligeramente triangular y relativamente aplanada (ancho hasta 15 cm); carapacho ovalado, muy plano con lados levantados, sin marcas, bordes de escudos no conspicuos y los bordes de la concha lisos; longitud de carapacho hasta unos 100 cm; Australia tropical .................................................................Natator depressus






Figura 23. Siluetas de tortugas marinas vistas a distancia; los tamaños son relativos para tortugas adultas.



Clave para la Identificación de Crías (Eckert, et al., 2000)



Los caracteres distintivos para la identificación de crías (además del color) son semejantes a quellos usados para subadultos y adultos, aunque las crías en ocasiones manifiestan mayor variación en número y configuración de los escudos del carapacho. Las ilustraciones en las Figuras 24 y 25 describen diferencias relativas en tamaño y color entre las especies de tortugas marinas, además de otros rasgos diagnósticos.





1. Carapacho cubierto con placas córneas grandes; si ocurren crestas longitudinales del carapacho, no son más de tres y no de color contrastante; extremidades anteriores mucho más cortas que la longitud del carapacho; color del plastrón uniforme o asi uniforme; carapacho normalmente menos de 60 mm (a excepción de Natator) .................................................... ver 2



1'. Superficie entera del animal (carapacho, plastrón y extremidades) cubierto con escamas pequeñas, suaves y poligonales; siete crestas (quillas) longitudinales del carapacho (incluyendo el margen del carapacho) fuertemente delineadas con blanco contra un fondo negro; extremidades delanteras extremadamente largas (casi tan largas como el carapacho); plastrón con manchas negras y blancas; longitud típica del carapacho (LRC) 60 mm (gama de 55-63 mm) ............Dermochelys coriacea



2. Coloración ventral clara; cuatro pares de escudos costales ....................................................................................... ver 3



2'. Coloración ventral obscura; cuatro a nueve pares de escudos costales ..................................................................... ver 5



3. Coloración general clara: dorsalmente olivo-amarillento claro, plastrón blanco con una banda periférica amarilla; forma del carapacho marcadamente ovalada; tres pares de escamas postorbitales; tamaño relativamente grande; longitud típica del carapacho (LRC) = 61 mm (57-66 mm); Australia tropical..................................................................... Natator depressus



3'. Carapacho negro o negro azulado; típicamente con margen blanco; plastrón blanco; carapacho en forma acorazonada (angostamiento posterior); normalmente cuatro pares de escamas postorbitales (pero a veces tres); longitud del carapacho típicamente menor que Natator; aguas tropicales y subtropicales incluyendo Australia ............................................... ver 4



4. Extremidades anteriores bordeadas en blanco; escamas de la cabeza negruzcas con bordes angostos y claros (blancuzcos); escamas postorbitales normalmente cuatro; plastrón completamente blanco; longitud promedio típica del carapacho (LRC) 49 mm (46-57 mm); distribución tropical y subtropical, ausente en el Pacífico oriental ............................... Chelonia mydas



4'. Extremidades anteriores y cabeza ribeteadas en blanco en algunas ocasiones, bordes muy reducidos o ausentes; típicamente cuatro (pero a veces tres)escamas postorbitales; plastrón es inicialmente blanco, con rápida tendencia al obscurecimiento; longitud típica del carapacho (LRC) 47 mm (41-52 mm); distribución islas Galápagos y Meso-América..................................................................................................................... Chelonia sp. (Tortuga prieta)



5. Color café en superficies dorsales y ventrales, con tonos variando entre obscuro y claro; típicamente tres o cuatro pares de escudos inframarginales ............................................................................................................................................ ver 6



5'. Color gris muy obscuro a negro en superficies dorsales y ventrales; típicamente cuatro pares de escudos inframarginales .................................................................................................................................................................................. ver 7



6. Cuatro pares de escudos costales; típicamente cuatro pares de escudos inframarginales; longitud típica del carapacho (LRC) = 42 mm (39-46 mm)......................................................................................................... Eretmochelys imbricata



6'. Cinco pares de escudos costales; forma del carapacho es más ancha en región del hombro que aquella descrita para Eretmochelys; típicamente tres pares de escudos inframarginales;. longitud típica del carapacho (LRC) = 45 mm (38-50 mm) .......................................................................................................................................................... Caretta caretta



7. Típicamente cinco pares de escudos costales; longitud típica del carapacho (LRC) = 43 mm (38-46 mm); distribución Tamaulipas, Veracruz y sur de Texas (muy ocasionalmente en sureste de EUA).................................. Lepidochelys kempii



7'. Comúnmente seis a nueve pares de escudos costales (a veces cinco); longitud típica del carapacho (LRC) = 42 mm (38-50 mm); distribución circumtropical, principalmente costera continental, ausente en el Golfo de México y este de EUA....................................................................................................................... ....................... Lepidochelys olivacea








Figura 24. Crías de cada una de las especies. Tamaños ilustrados a una escala de 80% del real.






figura 25. Crías de cada una de las especies. Tamaños ilustrados a una escala de 80% del real.


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